Tomo asiento sobre un pequeño risco y como apoyo de mi espalda a un hermoso pino cercano a un depósito de agua en desuso.
Desde aquí diviso la alcantarilla por donde cruza las aguas llovidas o emanadas del cabezo de “Los Corruscos”, del barranco del “Huerto Perdio” que circunda toda la explanada y salva a través de esta alcantarilla la antigua e inexistente vía de ferrocarril despojada ya de sus raíles.
Esta alcantarilla que dirige las aguas llovidas o las almacenadas de pequeñas represas construidas a lo largo de todos los montes alrededores y barrancos que son recogidas y dirigidas hacia las pequeñas canalejas que las vierten al pantano del Turnio para luego más tarde ser dosificarlas a trabes de los canalillos.
Mi primera mirada de examen se dirige intuitivamente hacia el semienterrado molino harinero situado a la margen izquierda del rio Odiel y a la derecha de la desembocadura del afluente El fernajoso y casi en el mismo delta de estos. Después de mi examen desde la distancia, determino que está casi intacto y muy bien conservado para los años que han pasados desde su construcción y las riadas pasadas sobre él. La verdad es que así lo conocí en mis años de niñez y así permanece aun. De este no recuerdo la fecha de su construcción pero si del que esta junto al puente San Rafael que data del 1907.